El momento de compartir nuestras vidas se terminó, querida humana. Fueron quince años los que estuvimos juntos, son tantas las anécdotas y experiencias que viví a tu lado que me es imposible recordar todas.
No estés triste, estuve a tu lado el tiempo que debía estarlo, ni un día más ni un día menos. Sí, me fui, pero te dejo algunas cosas desde el fondo de mi corazón en una especie de pequeño testamento. Pon atención:
Buenos momentos
A pesar de los enojos y molestias que te hice pasar, estoy seguro de que en el corazón guardas los que te hicieron feliz. Por ejemplo los paseos, las tardes en el sillón viendo películas, las siestas, etc. Estoy contento, porque mi misión en la tierra era hacerte feliz, que sonrieras la mayor parte del tiempo y me siento satisfecho porque lo cumplí.
Mis juguetes
Todos tendrán mi aroma y la esencia de mi felicidad, jugamos juntos con ellos infinidad de veces. No sé si te quedarás con todos o elijas donarlos a perritos que lo necesiten. Solo te pido que conserves al menos uno para que sientas que estoy cerca de ti.
La madera mordisqueada
Por mencionar alguno de los desperfectos que hice en la casa, fueron muchas cosas las que destruí jugando y siempre me perdonaste. Al principio te molestabas conmigo, pero después decías que las cosas materiales no se comparaban con el valor de mi estancia en la casa. Ahora pensarás en mi cada que veas la marca de mis pequeño dientes en diferentes superficies.
El recuerdo de una tierna mirada
En las mañanas al despertar, en los momentos en los que te sentías triste, cuando te suplicaba que me compartieras de tu comida o cuando necesitaba comunicarte que te amaba y solo recurría a mis ojos esperando que pudieras interpretar mi sentimiento, creo que siempre lo logré. Guarda esa mirada en tu memoria para cuando la necesites.
Un corazón lleno de amor
Te amo y te amaré por siempre, no importa en dónde este, aunque ya no esté físicamente contigo, te estaré cuidando desde cualquier lugar. Sé que me amaste y tienes una gran capacidad para hacerlo, nunca dejes de amar ni abrir tu corazón.
Ya me diste mucho en vida, pero tengo una petición: Ayuda a un perrito necesitado, yo no me voy a sentir reemplazado, al contrario, estaré feliz de saber que uno de mi especie tendrá la fortuna de tenerte como dueña.